Ella era la joven más hermosa en el
pueblo, de una figura envidiable y de gran inteligencia, su nombre era
Esmeralda, pues sus ojos eran tan verdes y hermosos como la gema, tenía cientos
de pretendientes, la mayoría de ellos con muchas riquezas, pero ella solo tenía
ojos para alguien: Francis.
No tenía mucho que ofrecerle, solo su amor, a ella no le importaba, lo amaba demasiado. Hector el mejor amigo de Francis logro instalar una gran empresa en el pueblo y así se hizo de riquezas suficientes para proponerle matrimonio a Esmeralda, sin embargo ella lo rechazo pues su amor por Francis era más fuerte que cualquier ambición.
No tenía mucho que ofrecerle, solo su amor, a ella no le importaba, lo amaba demasiado. Hector el mejor amigo de Francis logro instalar una gran empresa en el pueblo y así se hizo de riquezas suficientes para proponerle matrimonio a Esmeralda, sin embargo ella lo rechazo pues su amor por Francis era más fuerte que cualquier ambición.
Llego el día en el que Francis y Esmeralda unieron sus vidas, todo iba de maravilla pero la envidia de todos los hombres por Francis ocasiono su despido, era casi imposible mantenerse con los pocos ahorros de Francis. Hector al querer ayudar a su amigo le ofreció un trabajo en su empresa pero él lo rechazo pues creía que intentaría algo para arrebatarle a Esmeralda.
Con el tiempo Francis encontró un trabajo
en una fundidora, y aunque el salario era bueno, se encontraba algo retirado
del pueblo, por lo que tuvo que pasar varias temporadas lejos de su amada y
cuando regresaba se encontraba con cientos de regalos de los
pretendientes que aun la esperaban.
En una ocasión cuando regreso se encontró con el auto de Hector estacionada afuera de su casa, la rabia y los celos llenaron a Francis quien corrió despavorido hacia su casa pero antes de llegar se desmayó. Estuvo inconsciente toda una semana en el hospital, cuando se despertó vio a su bellísima esposa sentada a su lado y toda la habitación llena de flores.
-¿Pero quién ha traído todo esto?
-Todos nuestros amigos, se han preocupado
mucho por lo que te paso.
- ¿Amigos? Si como no...
-Francis...
Antes de que continuaran los interrumpió el doctor, con muy malas noticias, pues a Francis solo le quedaba muy poco tiempo de vida.
- ¿Amigos? Si como no...
-Francis...
Antes de que continuaran los interrumpió el doctor, con muy malas noticias, pues a Francis solo le quedaba muy poco tiempo de vida.
-Que hacia Hector en nuestra casa
-El solo paso a saludar, me ofreció un
trabajo para que no tuvieras que irte tanto tiempo, el mismo que te había
ofrecido a ti hace tiempo ¿lo recuerdas?
-Claro que lo recuerdo, ¿y que le has dicho?
-Al principio lo rechace... pero dadas las circunstancias tendré que aceptarlo
-Me alegro que lo hagas echo, no quiero que te quedes sin nada cuando yo ya no este... ven es momento de irnos.
Aun dolido por la mala noticia Francis se propuso pasar sus últimos días a lado de su esposa, pasaban cada momento juntos, un día cuando caminaban por el parque se encontraron con Hector y otros amigos, quien se aparta del grupo para hablar con su amigo.
- Hola, Francis. ¿Qué tal estás?
Le pregunta realmente preocupado, pero sin dejar de voltear a ver a Esmeralda.
-Claro que lo recuerdo, ¿y que le has dicho?
-Al principio lo rechace... pero dadas las circunstancias tendré que aceptarlo
-Me alegro que lo hagas echo, no quiero que te quedes sin nada cuando yo ya no este... ven es momento de irnos.
Aun dolido por la mala noticia Francis se propuso pasar sus últimos días a lado de su esposa, pasaban cada momento juntos, un día cuando caminaban por el parque se encontraron con Hector y otros amigos, quien se aparta del grupo para hablar con su amigo.
- Hola, Francis. ¿Qué tal estás?
Le pregunta realmente preocupado, pero sin dejar de voltear a ver a Esmeralda.
- Mal, Hector, tengo un SIDA terrible. El
médico me ha dado tres meses de vida.
Hector se despide rápidamente y se va todo acongojado.
Esmeralda le recrimina a su marido:
- Pero, Francis. ¿Cómo le dices a la gente que tienes SIDA, si lo que tienes en realidad es cáncer de pulmón?
- Yo me voy a morir, pero contigo nadie se acuesta...
Hector se despide rápidamente y se va todo acongojado.
Esmeralda le recrimina a su marido:
- Pero, Francis. ¿Cómo le dices a la gente que tienes SIDA, si lo que tienes en realidad es cáncer de pulmón?
- Yo me voy a morir, pero contigo nadie se acuesta...
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